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Lo que alguna vez fue un deseo hoy es una práctica, los esquemas de trabajo híbrido, donde el lugar es acordado entre los colaboradores y sus líderes, es uno de los miles de cambios que la crisis sanitaria llevó a las estrategias organizacionales y que no se vislumbra vaya a cambiar.

“El escenario post confinamiento creó una nueva normalidad en la que nuestra gente ya tiene la opción de volver físicamente a su lugares de trabajo y/o adoptar modalidades híbridas”, destaca Lucas Melman, Country Manager de Betterfly, la plataforma de beneficios y salud que recompensa los hábitos saludables con donaciones sociales. 

En la región de Latinoamérica, de acuerdo con estimaciones de las Naciones Unidas (UN) se calculó que antes de la pandemia el 3% de los asalariados trabajaron desde sus domicilios, y posterior a la pandemia la cifra ascendió, hasta llegar al 20 y 30% de los mismos. Por su parte en México, de acuerdo con la Encuesta regional 2020: ¿Cómo se transformó el ámbito laboral y familiar?, antes de la pandemia solamente 34% trabajaba de manera remota en tiempo completo. Durante la pandemia el 68% de los mexicanos encuestados trabajaron en modalidad de teletrabajo a tiempo completo.

De hecho, las personas que ocupan un mayor porcentaje del mercado laboral, es decir las nuevas generaciones como son la Z, con un 22% y los Millennials, con un 25%, quieren seguir con trabajo remoto o ir menos a su lugar físico de trabajo según un estudio global de Deloitte. Otro estudio realizado por EY a nivel Latinoamérica menciona que el 88% de la fuerza laboral desea trabajar de manera remota, por lo menos dos días  a la semana.

Los retos del teletrabajo

Más allá de los beneficios que brindan el teletrabajo o trabajo remoto como son la comodidad y la adaptabilidad, hay que considerar varios factores que  según la OIT pueden vulnerar la seguridad y salud ocupacional de las personas como: 

1. Pueden presentarse factores de riesgo psicosocial (son aquellas condiciones o situaciones laborales que afectan de manera dañina la salud física y mental de la gente) generados por la falta de límites entre la esfera laboral y la personal, la aparición del tecnoestrés, hiperconexión, largas jornadas, cargas irregulares de trabajo, entre otros. 

2. Desafíos por riesgos ergonómico ocasionados por el sedentarismo, el tipo de mobiliario utilizado en casa, la nutrición desbalanceada, la aparición de enfermedades cardiovasculares y músculo-esqueléticas y, en general, la falta de estrategias para distribuir tiempos y espacios para contribuir a un estado físico óptimo.

El bienestar, ante todo

En Latinoamérica ya se han reconocido estos desafíos, por lo que varios países como: Argentina, Chile, Colombia, México, Paraguay y Perú han puesto en marcha acciones legislativas para regular el trabajo a distancia de manera local. “Específicamente en México se publicó en el 2021 el proyecto de norma NOM-037, la cual ofrece medidas para prevenir riesgos en las personas que tienen  teletrabajos”, agrega el Lucas.

“Dicha norma establece obligaciones, tanto para empresas como para quienes colaboran con ellas con el fin cuidar las condiciones de salud y trabajo, así como el mapeo de factores de riesgo psicosociales, ergonómicos, agentes físicos, mecánicos y químicos que puedan vulnerar el bienestar de las personas”, señala.

Asimismo, busca que los empleadores identifiquen y regulen adecuadamente a quienes operen bajo esta modalidad; que establezcan y documenten políticas internas de teletrabajo; que implementen adecuados procesos de capacitación y comunicación; que informen los riesgos detectados para que se corrijan y/o cambien; que provean a las personas de herramientas e insumos necesarios y  que cuenten o generen mecanismos para atender casos de violencia familiar, entre otros aspectos.

Para los colaboradores, además de identificar y seguir las regulaciones antes mencionadas, deben: enviar por escrito la descripción de las facilidades para la comprobación ergonómica de las condiciones de seguridad y salud en el trabajo; mantener informados a sus líderes sobre alguna alteración en dichas condiciones; cumplir con las políticas establecidas, participar en todas las iniciativas de la organización y, en general, mantener una comunicación estrecha. 

“En este contexto, desde Betterfly nos sumamos a las iniciativas en México que buscan mitigar los riesgos que el teletrabajo puede ocasionar en la salud de las personas. Por ello, impulsamos una plataforma que incentiva las mejores opciones, hábitos y actividades que promueven bienestar y benefician causas sociales para transformar empresas, comunidades y el entorno con pequeñas acciones que generan un gran impacto”, explica el especialista.

En sentido, dentro de la plataforma, los usuarios podrán acceder a pausas activas, rutinas de ejercicio por nivel, meditaciones guiadas junto la telemedicina que incluye médico general, psicólgo y nutriólogo.

Aprender de la crisis sanitaria es una responsabilidad de todos. Por su parte, las organizaciones deben comenzar a ajustar sus políticas de capital humano para atraer, retener y motivar al mejor talento, mientras que los colaboradores cuentan con el derecho de buscar su mejor compañía para su desarrollo profesional junto con la responsabilidad que asumen a la hora de iniciar sus labores.

colaborador
Esta entrada fue escrita por un colaborador invitado para CreaLaTV y LoMixto.

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