Calificar es una de las actividades que más tiempo toma a los maestros, sobre todo cuando se trata de cursos con gran número de alumnos. Esto se suele hacer en manual, lo que se traduce en bastantes horas, implicando también estrés y mucho papeleo, disminuyendo el tiempo para una retroalimentación significativa. Con la pandemia, esta parte del proceso de aprendizaje se vio obligado a evolucionar, acercando a los maestros con la evaluación digital.
«Se trata de apoyar a educadores, estudiantes e investigadores a mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje; cada país, cada institución e, incluso, cada instructor tiene sus particularidades, por lo que las herramientas basadas en Inteligencia Artificial deben ser accesibles, personalizables e inclusivas con el fin de responder a esas necesidades académicas específicas», comenta Catalina Londoño, gerente de Servicios Profesionales de Turnitin, creadora del software Gradescope.
De acuerdo con los datos más recientes de la UNESCO, 87% de los estudiantes de todo el mundo y 63 millones de maestros han tenido que adaptarse a cambios inesperados en el proceso de enseñanza-aprendizaje. La tecnología, como la aplicación IA, llegó para aliviar dolores y estrés que los académicos han sufrido por décadas.
Con ese objetivo se han desarrollado herramientas, que han automatizado procesos y ayudan a los educadores a reducir el tiempo que invierten en calificar a sus alumnos hasta en un 50%.

¿Inteligencia Artificial?
Las posibilidades se han ampliado con la IA. Ya es posible agrupar automáticamente las respuestas similares por pregunta, de modo que los docentes puedan calificar y dar su opinión rápidamente. Para aumentar la equidad de la evaluación, se puede habilitar la calificación anónima que permite ocultar o eliminar los nombres de los estudiantes, además de otras acciones como cambiar los parámetros de evaluación en tiempo real y facilitar la calificación entre múltiples evaluadores.
Los docentes diseñan, administran, organizan y califican trabajos escritos a mano, en papel, digitales y en código de programación, lo cual lo hace compatible con el aprendizaje presencial, remoto e híbrido para cualquier especialidad, modelos de evaluación y tipos de respuesta. Los educadores pueden utilizar sus tareas y exámenes existentes o crear nuevos contenidos utilizando la plataforma.
El software Gradescope, perteneciente a la familia de soluciones educativas de Turnitin, además de ser un auxiliar en la digitalización de los documentos en papel y proporcionar datos sobre la adquisición de conocimiento de cada alumno, permite ajustar la currícula y apoyar con necesidades específicas.
Cabe destacar que durante la pandemia se abrió una licencia gratuita para los académicos de Latinoamérica. Dada esta experiencia y sus resultados, la plataforma acaba de lanzar su versión en español con disponibilidad en 6 idiomas: portugués, japonés, coreano, español, inglés y turco.
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